Torrejón el Rubio se encuentra en un entorno natural privilegiado. El pueblo está embutido entre añejas dehesas y muy cerca de las sierras del Espejo y de las Corchuelas.
El término municipal, de 221,80 km2, tiene como fronteras naturales el Río Tajo al Norte y el Río Almonte al Sur. Toda su superficie es Reserva de la Biosfera y siendo uno de los tres pueblos que están afectados íntegramente por este galardón. Además, Torrejón, aporta el 23% de superficie del Parque Nacional, entre ellas las zonas más valiosas de bosque mediterráneo.
Su castillo, situado en la Sierra de las Corchuelas, es uno de los mejores miradores de todo el norte de Extremadura. Desde sus almenas, los días de claridad, pueden observarse gran parte de la provincia cacereña.
El pueblo está escoltado por 4 pequeños cerros. El de Cerro del Olivo, al noreste; los “Demontes” al sur, el “Cerro Pelao” al oeste y al norte el “Cerro de la Fuente”.
En Torrejón se mezcla la bravura de un monte escarpado, las portillas majestuosas, con las dehesas entre las que duerme. En nuestro entorno se mezclan paisajes espectaculares con dehesas adormecidas solo despertadas por el balido de las ovejas, el pastar parsimonioso del ganado vacuno, el “hozado” de los jabalís rebuscando en la tierra o la berrea del incipiente otoño resonando en canchales y en bellotas imberbes.
Un entorno labrado por el capricho de la naturaleza y domesticado en sus dehesas por el sudor de braceros, de los antepasados que nos precedieron y nos han prestado este paisaje como única herencia, una herencia que hoy nos toca cuidar y enseñarlo como un secreto que pasa de oído en oído.